24 de septiembre de 2010

Yohannes


Cuando lo conocí era chiquitito , regordete , caminó mirándome, tratando de mantener el equilibrio, con sus piernitas chuecas y su carita seria y se detuvo antes de llegar a mí como invitándome a acercarme. No tenía cara de asustado , ahora que lo conozco tanto puedo decir que no se sentía bien .
Aceptó mi abrazo y desde ese día los dos disfrutamos de esos momentos únicos que nos hacen mamá e hijo.
Creció muy rápido , decía unas pocas palabritas en amarico y supongo que lo hacía mal porque sus hermanos se reían cuando él intentaba pronunciarlas , pero las que fué aprendiendo en español siempre fueron muy claritas y las iba aprendiendo a borbotones . Las pocas que dice mal, en lugar de ser corregidas, son estimuladas por papás y hermanos, como si de esas palabras dependiera que siga siendo nuestro bebé .
Es el mimado por todos ... y se le nota , pero sin intentar justificar la malcrianza , puedo decir que tiene una sonrisa y una picardía que puede con todos.
Desde junio de este año, cuando sus hermanos terminaron las clases, empezamos a hacer el trabajito para el siguiente año lectivo , y todos nos preparábamos para que él entrara al cole.
Mis ganas de que siga siendo bebé hicieron que demorara lo máximo posible la despedida del pañal , pero para empezar el cole teníamos que hacerlo y nos pusimos manos a la obra , nos llevó gran parte del verano y lo logramos ...bueno , no totalmente , sólo de día. Creo que él sabía , que estaba preparado, pero no estaba convencido, porque durante este tiempo, siempre trató de que quede claro, que accedía a este paso de autonomía, pero que seguía siendo el bebé de la casa.
Mamá ... yo quiero ser bebé ! me decía cada noche , hasta que me hizo claudicar en mis intentos de control nocturno y los dos pactamos, que durante el día fuese mayor y durante la noche , por un tiempo , seguía siendo mi bebé con pañales, con sus piernas gorditas saliendo del elástico de los "calzoncillos de dormir " como los bautizó la Tia Mariel y nosotros repetimos encantados .
Fueron pasando los días de un verano diferente , que disfrutamos muchísimo , no sé si más que el verano pasado , pero sí de otra forma, más plena, mas relajada ,más nuestra. Porque este verano ya teníamos una forma "nuestra" para disfrutarlo todo.
Y fué terminando agosto cuando descubrí que la angustia que tuve el año pasado , se repetía , por otras cosas, pero se repetía . No está bien que una madre diga ésto , pero no tenía ni un poquito de ganas de empezar el cole . Quería mis nenes en casa un mes mas al menos, sin obligaciones , sin horarios... pero mi parte inmadura por suerte entra en razón algunas veces y a fines de agosto comencé con esta ardua tarea de hacerles sentir a mis hijos que lo que viene es interesante . Pronuncié las típicas frases de madre, esas que sé que no convencen a nadie pero que no sé cómo uno dice casi sin voluntad de hacerlo y recurrí a " lo lindo que es reencontrarse con los amigos", " que prontito llegará el frío y ya no hay más playa entonces qué mejor que ir al colegio ? " ... en realidad tengo una lista de cosas mejores , pero mis antecedentes me condenan, fuí una buena alumna y eso me hace sentir culpable ante la lista irresponsable de cosas mas divertidas que el colegio.
Así empezamos de nuevo a hablar del cole , debo confesar que no cumplí con los consejos pedagógios de fin de año que nos decían que debíamos practicar lo aprendido para no perder el hábito . Ni loca !!! que los docentes me perdonen , pero vacaciones son vacaciones y no creo que ninguna maestra en su descanso se lleve 20 niños para no perder el hábito ... así que nosotros descansamos y agarramos un lápiz 10 días antes como para verificar que mis hijos no me preguntaban si ese tubito de madera se comía . Recordaban las letras , los números , los colores, Ayna leía , sumaba y restaba de forma satisfactoria , así que no había de qué preocuparse.
Yo soy un poco extremista en algunas cosas , si fuese por el padre hubiésemos empezado antes, pero lo convencíamos entre todos para no hacer nada . Y cuando digo extremista , digo que cuando se descansa se descansa y cuando llega el momento de esforzarse no hay tu tía . Todo tiene su momento , su precio y su premio . Y las vacaciones son un premio , un descanso que debe ser merecido ...uuuuuyyyy que radical me salió éste párrafo ... bueno , quizás haya matices .
Lo cierto que Nuestro bebé empezaba el cole , después de un año y nueve meses en los que fuimos absolutamente inseparables . Y si, él estaba preparado ... yo no , pero a los 43 años llorar en la puerta de la clase queda mal , así que no lo hice .
Yohannes tuvo más ventajas que sus hermanos , ellos empezaron el cole a los 9 meses de estar con nosotros , en España , todavía no conocían bien muchas cosas y para ellos representó un esfuerzo de adaptación que hicieron de manera admirable y que siempre llevaré en mi corazón .
La carita de Ayna sentada en su clase , mirándome con los ojos llenos de lágrima, el miedo en los ojos de Wondo , y la sonrisa de Demi que me tranquilizaba y me recordaba que tenía que dejar de apretarle la mano para dejarlo ir .
Yohannes volvía conmigo cada día y los dos vimos como sus hermanos iban cambiando miedos por sonrisas. Me aferré a él , para seguir siendo mamá las 24 horas , yo los necesitaba conmigo y estaban en el cole demasiado tiempo para mi gusto .
Y creció , mi bebé creció , sus piernitas chuecas se enderezaron , se fortalecieron , su carita redonda se fue estilizando , su cuerpito de bebé fué dejando paso a este nene chiquitín que hoy tenemos y como si de una travesura se tratara conservamos el tutó ( biberón en amarico ) de cada noche y de los desayunos , y el juego del bebé que nos encanta.
El juego consiste en una mamá que despierta a su hijo de la siesta , lo llena de besos , lo levanta en brazos y él hace como si tomara la teta mirándome muy fijo a los ojos, y nos miramos , y disfrutamos y lo lleno de besos hasta qué el decide ser mayor y se baja de de mis brazos para salir corriendo .
Llegó el primer día de cole, a él le tocó empezar una semana después que sus hermanos , así que volvió a verlos ir y regresar más tarde hasta que un día le anunciamos que al siguiente él también se quedaría . Se puso serio, por primera vez le noté miedo , no un miedo de bebé , un miedo de niño y se me partió el alma pero pude manejarlo , por él , sólo por él .



El 16 de septiembre los seis fuimos al cole , la puerta se abrió , la maestra estaba allí , yo no pude evitar recordar el momento en que lo vi por primera vez, y aunque mis ojos estaban brillosos mi sonrisa era la más grande que puede tener una madre ante la mirada de su hijo . Estaba serio , quietito , y a todas nuestras preguntas respondía "si" como si un ataque de timidez lo hubiese invadido y yo pensaba ... tiene miedo , tiene miedo ... pero tiene los genes de sus hermanos, son cuatro fortalezas ante lo desconocido , adquieren una actitud que me hace explotar de amor, es como si no quisieran dilatar sufrimientos, las cosas son así y hay que afrontarlas y eso hacen . Se fundió en un abrazo con su maestra , subió los tres escalones hasta su aula y se quedó allí paradito mirándolo todo . La mestra recibía otros niños , algunos lloraban , él miraba , entré detrás de él porque no aguanté verlo paradito sin saber qué hacer y lo acompañé hasta otros niños , se acercó , miró unos juguetes que había en un estante , eligió uno , se sentó en una sillita me miró y me sonrió , ya tenía su mirada , chispeante , alegre y parecía decirme ... andá mamá ... todo está bien .
Al final de su primer día , salió del cole con una sonrisa enorme y se abrazó a nosotros , y nos besaba , hablaba de amigos, de plastilina y sólo dijo ... lloré poquito mamá , juntado el pulgar y el indice de sus manitos para mostrar lo pequeñito que fue ese mal momento .
Al llegar a casa estaba como siempre , revoltoso , alegre , sacó sus caprichos de siempre para que no pensemos que el cole lo había cambiado y al despertar de la siesta tuvimos un diálogo que no habíamos tenido antes .
Mamá estas embarazada ?
No , no estoy embarazada .
Siiiiiiii mamáaaa tenés un bebéeee acáaaa !!!
riéndome le contestaba ... Noooooo... no tengo bebé en la panza ... vos sos mi bebé !
quiero estar en tu panza mamá !
No se puede Yohannito , los bebés que están en la panza son muy chiquitito , despues nacen y crecen y no pueden volver a entrar ...
Mamá yo quiero estar en la panza !
Querés que juguemos que estás en la panza ?
Siiiiii
Vale , metete acá adentro .... abrí mi camiseta y él entró sin que le dijera cómo , se ubicó , lo tapé y se quedó quietito , abrazado a mi , en silencio ... hasta que se me ocurrió decirle , querés que le digamos a papá que nos saque una foto y escuche bajo mi camiseta un dulce SI.
Vinieron los hermanos , los seis nos reimos del juego .Hicimos la foto , jugamos a que nacía , a que tomaba la teta y después le dije ...
Vamos a merendar ? y se bajó corriendo gritando por la casa ... A merendaaaaarrrrr!!!!!!!!
No volvió a repetir el juego , y los días de cole transcurren alegres , sin problemas y yo sigo sintiendo esa sensación de vacío cuando los dejo, que se me pasa al rato y se transforma en ansiedad cuando voy a buscarlos . Y así empezamos otro ciclo , otra experiencia . Así esperamos otro invierno juntos , para aprender , para disfrutar , para ser felices . Muchas cosas cambiaron , y seguirán haciéndolo ... y me gusta.


Hijos de mi alma , mucha suerte este año , mamá y papá están cerquita siempre siempre, será un precioso invierno ! Los amo !

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